Una piedra preciosa puede brillar en diferentes colores. Hace siglos que estos tesoros de la naturaleza son engarzados en metales preciosos para lucirlos. Los metales preciosos no solo aportan a la gema el marco adecuado para ser expuesta sino que le brindan además protección y seguridad.
Oro
El Oro es el material mas usado para la fabricación de joyas. Hasta el día de hoy no ha perdido popularidad en absoluto. Durante mucho tiempo fue considerado el más precioso de los metales, debido a su alto valor comercial y a su rareza. Este tesoro fue descubierto alrededor de 3000 años antes de la era cristiana aunque se cree que el primer oro pdría haber sido extraído 6000 años antes de Cristo en los Alpes transilvanos.
Su nombre original deriva de la palabra de alemán culto antiguo: “gold” que significaba “amarillento” y también “lustroso”. Su denominación química es “Au” que se remite al vocablo latino “aurum” (oro). Junto a su uso en joyería (y por este motivo símbolo de estatus social y de riqueza) el oro es utilizado además como medio de pago, inversión o mercancía.
De todos los metales preciosos el oro es el más maleable. El oro puro cuenta con su típico brillo, nunca caduca y es resistente a la corrosión. Debido a su maleabilidad, el oro para uso en joyería viene amalgamado con otros metales y de esta manera eleva su dureza y resistencia.
Internacionalmente la medida de pureza del oro es reconocida con una “K” para indicar quilate. (La medida de peso de las piedras preciosas también se denomina quilate pero su abreviación es “ct”)
El contenido de oro es una relación de división en 24 partes, o sea que el oro en estado puro es “oro 24 K”. En Alemania por ejemplo se usa la división de 100. Para la joyería se usa la siguiente graduación de pureza:
22 K: 22 partes de oro y 2 de amalgama (= oro 916: 91,6% de oro puro)
18 K: 18 partes de oro y 6 de amalgama (= oro 750: 75% de oro puro)
14 K: 18 partes de oro y 10 de amalgama (= oro 585: 58% de oro puro)
10 K: 10 partes de oro y 14 de amalgama (= oro 417: 41,7% de oro puro)
9 K: 9 partes de oro y 15 de amalgama (= oro 375: 37,5% de oro puro)
El oro se puede obtener en diferentes colores debido a los diferentes metales con los que es amalgamado. Los colores más amados y comunes del oro son: amarillo, blanco y rosa.
Oro amarillo: se lo amalgama con plata y cobre y es el más usado en joyería.
Oro blanco: es una variante moderna del oro que se obtiene con un proceso de blanqueado del oro.
Oro rosa, conocido también como “oro rojo” u “oro ruso” debido a que se lo comenzó a usar en Rusia a principios de siglo XIX: se lo amalgama con cobre, cuanto más fuerte sea la cantidad de cobre, más fuerte será la tonalidad hacia el rojo.
Platino
Si bien se habla de que el oro es el más noble de los metales preciosos, el platino (Pt) es 60 veces más raro que el oro. Además es más puro, estable y espeso que el oro. El platino es blanco por naturaleza y debido a su dureza ideal para utilizarlo en joyería. Además el platino el hipoalergénico, o sea que no produce alergias. La pureza del platino se la mide en su partición por 1000. Las graduaciones mas usuales son platino 950 (95% platino puro), platino 900 (90% platino puro) y 850 (85% platino puro).
Fue descrito por primera vez en los estudios de Julius Caesar Scaliger (1484 – 1558) y su nobre deriva de la palabra española “platina” que indica su similitud con la plata. Su momento de fulgor lo obtuvo el platino durante el reinado de Luis XIV de Francia, llamado también “rey Sol”. Luis XIV lo declaró único metal digno de un rey. Durante la segunda guerra mundial fue declarado metal bélico importante y nunca más pudo conseguir la misma popularidad de antaño.
Titanio
La utilización de titanio en joyería tiene una tradición reciente. Hoy se lo aprecia debido a su liviandad y su resistencia. Se lo admira además por su color particular y su superficie sedosa y brillante. Muchos alérgicos prefieren titanio en su joyería, ya que está comprobado que es antialergénico y está libre de níquel.